Cada vez son más las empresas que incorporan la sostenibilidad a su gestión y objetivos estratégicos. Las ventajas son muchas: mayor rentabilidad y competitividad, mejora de la imagen de marca y atractivo para la clientela comprometida con un paradigma socioeconómico más sostenible, responsabilidad social, mejora de la eficiencia energética y optimización en general de recursos o contribución a los objetivos del cambio climático, entre otras.

Las empresas sostenibles, además, generan un impacto positivo en la sociedad, en el medioambiente y en las personas. Una máxima que parece entienden y practican de forma especial las mujeres, como constata un estudio de la asociación Women Action Sustainability (WAS), según el cual cuanta más relevancia da una empresa a la sostenibilidad, mayor es el peso de las mujeres en su liderazgo y gestión.

Durante la ejecución del proyecto ‘Mentoring’, en el Grupo de Desarrollo Rural Aljarafe-Doñana (ADAD) hemos comprobado sobre el terreno esa apuesta de las empresarias de nuestra comarca por la sostenibilidad. Un desafío que se traduce en la propia puesta en marcha de iniciativas empresariales en el sector medioambiental, una mayor reducción y reutilización de recursos en la gestión de la actividad, una progresiva transición hacia las energías renovables y la economía circular y en general una mayor sensibilización y acción climática de nuestras mentoras.

Proyectos empresariales sostenibles en el Aljarafe-Doñana 

Entre las iniciativas empresariales concebidas como solución a problemas medioambientales encontramos las empresas de Chari Marcelo (Ecoreciclaje Doñana), la de la joven Jessica Camacho (Desguace y repuestos Camacho) y la nueva línea de negocio de la emprendedora Chari Claro (el reciclado y destrucción de papel).

Ecoreciclaje Doñana, para su creación apoyada con fondos LEADER de ADAD, es la primera empresa de la comarca especializada en la recogida y reutilización de residuos de la construcción y demolición (RCD), un emprendimiento que planteó una solución a lo que durante décadas había sido “un grave problema medioambiental, los vertidos incontrolados y su fuerte impacto en el medio natural”, nos explicaba Chari Marcelo. Esta emprendedora, que sufrió estos vertidos en la misma finca donde se localiza la sede de su empresa, junto al conocido Vado de Quema, se convirtió en gestora autorizada para la recogida de RCD, “dando una segunda vida a los residuos que tienen aún utilidad y contribuyendo a solucionar el grave problema que veíamos en la naturaleza”.

Por su parte, la joven emprendedora pileña Jessica Camacho, que desde 2019 se dedica a la venta de recambios y piezas usadas de vehículos, ha presentado a la convocatoria 2022 del programa LEADER de ADAD un proyecto de creación de una nueva empresa de servicios medioambientales en el sector del motor, concretamente la puesta en marcha de un centro de descontaminación de vehículos.

Por último, Chari Claro, alumna de las Escuelas de Liderazgo de ADAD, recientemente se ha inspirado en la sostenibilidad para abrir una nueva línea de negocio, el reciclado y destrucción profesional de papel. Una iniciativa que aúna sostenibilidad y protección de datos, y de la que esta empresaria de Almensilla dice sentirse especialmente satisfecha. “Hay muchísimo papel que no se puede tirar a los contenedores, y que mi empresa lo llevamos a una planta destructora en Málaga, con todas las garantías. El camión donde lo transportamos incluso cuenta con un localizador”.  

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030, hoja de ruta a seguir

“La sostenibilidad está en la sensibilidad de esta marca, y nuestra hoja de ruta es la Agenda 2030 y sus objetivos de desarrollo sostenible (ODS). Ahí está nuestro guion, y en la cultura de estar orientado a crear un mundo mejor”, nos contaba Ana Moreno, de la empresa Inés Rosales. Una apuesta que se ha materializado en el uso de energías renovables y una mayor eficiencia energética, la comercialización en tarrinas de RP (material que tiene menos huella de carbono que el cristal), y la reducción de recursos tan valiosos como el agua (ODS 13 y ODS 6).

También en otros ODS como el del desperdicio cero (ODS 12), combinado con la solidaridad, que localizan a través de la donación de la producción rota o defectuosa en sus “Repartos con dosis de amor”; la compra de materia prima o servicios de cercanía o la proximidad con los productores agrícolas (ODS 3). “La compra de suministros es muy importante para nosotros. Nuestra harina y nuestro aceite son claves. De ahí la cercanía y especial sensibilidad de la empresa hacia el trabajo que realizan nuestros productores agrícolas”.

Liderazgo femenino y sostenibilidad

En un momento crucial para el futuro del planeta, el liderazgo de las mujeres empresarias en materia de sostenibilidad es más necesario que nunca. Una mayor sensibilidad y compromiso hacia los problemas ambientales y el ejercicio de un liderazgo empresarial transformador, ligado a la promoción del bien común y del planeta, están detrás de muchas de las buenas prácticas medioambientales que hemos encontrado en las iniciativas de nuestras emprendedoras rurales.

De hecho, todas ellas comparten una cultura de la sostenibilidad y el sentimiento de querer contribuir a construir un mundo mejor, más justo, equilibrado y amable desde el punto de vista humano y ambiental. “Yo no tiro nada. Todo vale. Hasta las piezas cerámicas que se rompen las recupero. Las guardo y después un día que tengo tiempo, me pongo a recuperarlas. También aprovecho los barros, incluso el polvito que se queda por el taller. Y el embalaje lo organizo a través de los cartones y cajas que ya no le sirven a una empresa vecina del polígono. Así tengo que comprar menos y haces un bien al planeta”, relataba la ceramista Concha Pallares.

En el Centro de Día de Salteras, que dirige la emprendedora Encarni Díaz, tienen muy claro la importancia de contribuir a la economía circular, aprovechando cada residuo y reciclando cada material de forma apropiada. También en la empresa Transporte Santiago Rodríguez Gelo, que administra Isabel Rodríguez, “el respeto y cuidado al medioambiente” es uno de sus principales valores, un principio que se traduce en la implementación del sistema de gestión medioambiental internacional ISO 14.001.

La energía solar también es una apuesta creciente entre las emprendedoras Mentoring, como es el caso del Centro Ecuestre ‘La Dehesilla’ de Mariló Román o la fábrica de Quesos Los Vázquez, que dirige M. Carmen Vázquez. Concretamente Quesos Los Vázquez, la empresa quesera más antigua de Andalucía, recientemente ha llevado a cabo un importante proyecto de ahorro y eficiencia energética con la renovación de las instalaciones de refrigeración con tecnología de alto rendimiento energético y la colocación de instalaciones fotovoltaicas.

Buenas prácticas ambientales

Carmen Vázquez también nos comentaba otras buenas prácticas medioambientales relacionadas con el aprovechamiento de los recursos, como la elaboración de requesones con los sobrantes de fabricación del queso o la alimentación de animales con otros restos del proceso de producción. También para alimentación animal se destina los restos e imperfecciones que surge en el proceso de elaboración de las patatas fritas, nos decía la emprendedora Patricia García, de Patatas Fritas Umbrete.

La orientación estratégica hacia la sostenibilidad de las iniciativas de nuestras emprendedoras rurales traslucen la valentía y el liderazgo transformador de estas mujeres. Profesionales que son una fuente de inspiración desde el punto de vista emprendedor (teniendo en cuenta la enorme de brecha empresarial que aún persiste en nuestros pueblos y los obstáculos que muchas enfrentan), pero también en su acción ambiental y por el clima.

Proyecto “Mentoring: apoyo al emprendimiento femenino” del Grupo de Desarrollo Rural Aljarafe-Doñana (ADAD), subvencionado por el FEADER de la Unión Europea y la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía.

Fuente: Información y fotos del Gabinete de Comunicación del GDR Aljarafe-Doñana